No volvió a haber un campeón argentino. Fue el último. Y este jueves se cumplen 20 años de la consagración de Boca en la Intercontinental 2003 tras vencer 3-1 en los penales al Milan después de igualar 1-1 en los 120 minutos. De esos jugadores que estuvieron en esa consagración histórica en Japón hubo uno que se guardó la pelota del partido y aún la tiene en su casa.
Yokohama, 14 de diciembre de 2003. Milan abrió el marcador a los 23 minutos con un gol del danés Tomasson. Y Boca empató cinco después a través de Matías Donnet, quien sería elegido el mejor jugador del partido. Después llegaron los penales...
En la tanda, Abbondanzieri le atajó el primero a Pirlo y el cuarto a Costacurta, mientras que Seedorf falló el tercero. Mientras que para Boca anotaron Schiavi, Donnet y Cascini, el decisivo que le dio el título al Xeneize. Su tercera copa del mundo, luego de las conseguidas en 1978 y 2000.
El campeón que se quedó con la pelota de la Intercontinental 2003
Uno de esos protagonistas de los penales no dudó y enseguida pidió a uno de los asistentes que le guardara la pelota. Consideraba que lo merecía por haber convertido el último penal. Sí, Cascini fue quien se quedó con el balón y, junto con su camiseta, lo tiene exhibido en su casa.
La pelota está intacta, sin limpiar, con las heridas de guerra del partido. Y el actual integrante del Consejo de Fútbol la cuida como un tesoro. Incluso, alguna vez se la pidieron para exhibirla en una exposición y, consciente del valor emocional (y económico), prefirió dejarla donde está.