Diego Martínez sorprendió en el entrenamiento de Boca. Pero no porque haya parado un equipo o haya hecho cambios sobre el 11 que probó el fin de semana pasada. Ni tampoco porque ya tenga confirmada la formación para disputar el primer amistoso de este 2024 (el sábado desde las 21 ante Gimnasia y Tiro de Salta). El técnico dejó a todos con la boca abierta porque activó el modo jugador... Sí, se vistió nuevamente de futbolista y participó del picado en Ezeiza abajo de la lluvia.
La intención inicial, quizá, no era esa. Al menos a pocos días de debutar en el banco de Boca, aunque sea en un partido de preparación. De hecho, Martínez llegó a Boca Predio con la idea de poder hacer una práctica formal del fútbol y empezar a darle forma a su primer equipo en el año. Pero la lluvia lo impidió. La tormenta en Ezeiza hizo que fuera imposible realizar el ensayo, sobre todo con los riesgo fisicos que eso puede implicar.
Entonces, la práctica viró en otro sentido. Fútbol, pero en espacios reducidos. Mezcladito. Y, lo mejor, con la participación del ¡cuerpo técnico! Sí, porque además de Martínez, que en su época de jugador jugaba de volante ofensivo, casi extremo, también jugaron los ayudantes de campo y los profes.
Pero eso no fue todo. Además, algunos jugadores cambiaron de roles para jugar y divertirse un rato abajo del agua. Fueron los casos de Chiquito Romero y Javi García, que esta vez se visitieron de jugadores de campo. Mientras que Lucas Blondel y Luca Langoni se pusieron el buzo de arquero y se pararon abajo de los tres palos.
La razón por la que Martínez fue jugador en el entrenamiento de Boca
No fue casual lo de Martínes vestido de jugador en el entrenamiento de Boca. Quizá sí fue improvisado por la lluvia, pero esa es una técnica que el entrenador usa mucho. La de integración, cuerpo técnico y plantel. Además, no es la primera vez que lo hace.
Es una costumbre que el DT de 45 años ya trae desde Tigre y también Huracán. De hecho, en Parque Patricios eran famosos los partidos entre defensores y delanteros, que siempre contaban con la partipación del entrenador y de sus ayudantes.
Por lo visto, ahora es rutina también llegó a Boca. Y la primera vez, al parecer, fue a pura risa y abajo de la lluvia.