No suele regalar elogios, no suele elogiar a nadie. Es más, su declaraciones suelen ser polémicas y estar cargadas de críticas. Pero después de la presentación de su estatua en la Bombonera, hubo lugar para más: los elogios del Loco Gatti a Chiquito Romero.
Tal vez la emoción que había vivido unos minutos antes lo aflojaron a Gatti. De hecho, dijo que nunca llora y que no quería llorar, pero que no lo pudo evitar y se le escaparon algunas lágrimas.
Fue entonces que al Loco le empezaron a preguntar por los penales. Porque comparte con el Pato Fillol el récord de atajados con 26 a lo largo de su carrera. "En una época en la que no se pateaban todos los días", arrancó fiel a su estilo.
Uno lo recordó Jorge Ameal en medio del homenaje, el penal atajado a Vanderlei, que le dio la primera Copa Libertadores a Boca en 1977, luego de tres finales memorables ante Cruzeiro.
Y después, llegó la pregunta por Chiquito Romero, héroe con cinco sobre ocho en la actual Libertadores. "Romero lo hace muy bien, en general está jugando bien y en los penales con mucha seguridad. Es suerte atajar los penales, no es una condición", dijo el ídolo que jugó más de 400 partidos en el club y superó los 700 en el fútbol argentino.
Eso sí, después le preguntaron qué arqueros fueron sus preferidos y eligió al Mono Navarro Montoya porque siguió su línea de arquero-jugador, con excelente dominio del área, de los pies y que también hacía "La de Dios".
"Nunca me consideré arquero, sino un jugador de fútbol con la suerte de usar las manos", cerró.