A menos de 15 días de la primera semifinal ante Palmeiras, el Xeneize celebra un nuevo aniversario de uno de los máximos hitos de su historia. Sí, este jueves 14 de septiembre se cumplen 46 años de la primera Libertadores de Boca. Un logro que marcó a fuego a toda una generación de hinchas e inmortalizó la figura de su DT, Juan Carlos Lorenzo.
Tras quedar en las puertas de la gloria en 1963 (cayó ante el Santos de Pelé), Boca obtendría revancha 13 años después de la mano de un técnico experimentado y adelantado en el tiempo. Es que fue el Toto Lorenzo el gran padre de la criatura. El mentor de un equipo que comenzó a conformarse en febrero de 1976 y que conseguiría, poco después, un bicampeonato de América y una Copa Intercontinental.
Una Libertadores con sabor especial
El primero de esos logros fue en 1977. Era un Boca que salía de memoria: Gatti; Pernía, Pancho Sá, Mouzo, Tarantini; el Chino Benítez, Suñé, Zanabria; Mastrángelo, Toti Veglio y Felman. Un plantel plagado de figuras que ganó la Copa de punta a punta, que dejó a River en el camino en fase de grupos (1-0 en la Bombonera, 0-0 en el Ducó) y que venció en la final al temible Cruzeiro gracias a la histórica atajada del Loco Gatti ante el brasileño Vanderley.
Boca terminó puntero en su grupo en la primera fase (compartió con River, Defensor Sporting y Peñarol); volvió a clasificarse primero en uno de los triangulares semifinales (vs. Deportivo Cali y Libertad de Paraguay) y dio la vuelta en Belo Horizonte tras ganar la ida por 1 a 0 y caer por el mismo resultado en el Mineirao. El goleador de Boca en el torneo fue Roberto Mouzo, quien marcó el tanto del triunfo ante River y repitió vs. Defensor y Deportivo Cali.
La mano del Toto Lorenzo en el Boca campeón de la Libertadores 77
Juan Carlos Lorenzo fue uno de los grandes artífices de la consagración de Boca contra Cruzeiro. El Toto, ex jugador del club entre 1945 y 1947, llegó a Boca en 1975 y rápidamente dejó su huella. Discípulo del DT argentino Helenio Herrera, famoso por aplicar la táctica ultradefensiva del Catenaccio, Lorenzo inició su carrera de entrenador en Europa. Dirigió al Mallorca de España y luego volvió a la Argentina para conducir a San Lorenzo en 1961 y a la Selección Argentina en el Mundial del 62.
Pasó por Lazio y Roma y retornó a la Selección para la Copa del Mundo del 66. Luego tendría un paso por River, sería bicampeón con San Lorenzo y sería subcampeón de Europa y campeón intercontinental con el Atlético Madrid. En 1975 hizo un campañón con Unión de Santa Fe con un plantel de grandes jugadores en el que destacaban, entre otros, el Loco Gatti, Heber Mastrángelo y el Chapa Suñé.
Para 1976, Lorenzo recibió una oferta de Boca y no lo dudó. Gatti, Mastrángelo y Suñé llegaron con él. Y juntos lograron el sueño de levantar la Libertadores. Lorenzo era un DT trabajador, meticuloso, estudioso de sus rivales y súper resultadista. Armaba los equipos de atrás para delante y no dejaba un solo detalle librado al azar.
El DT, clave en la primera Libertadores de Boca
"Boca es Deportivo Ganar Siempre", fue una de las frases que más lo identificaron. "A todos nos gustan los fideos con tuco, pero si no hay salsa hay que comerlos con ajo o solos, y listo. Esto es Boca. El que quiera chiches que vaya a una juguetería", declaró alguna vez, en medio de lo cuestionamientos de la prensa por su idea de juego y su manera de plantear los partidos.
En 1976, el Toto logró lo que parecía imposible. Condujo a Boca a su primera Copa Libertadores y repitió la hazaña en 1978. Hoy Boca por su séptima estrella continental. Sin Lorenzo, la historia sería muy distinta.