Boca, con la mente en otra Copa: empató 0-0 con Estudiantes en su despedida de la Bombonera

Boca Estudiantes Bombonera

El cuerpo en la Bombonera, la mente en el Maracaná. Así jugó Boca contra Estudiantes por la Copa de la Liga. Arriesgó poco, casi no generó situaciones y quedó lejos de la zona de clasificación. Ahora sí: todos los cañones apuntarán a la final de la Copa Libertadores ante Fluminense, el sábado en Brasil.

Aunque tenía en mente poner a la mayoría de los titulares, Almirón cambió de opinión a último momento y sorprendió con un equipo plagado de suplentes. Ni siquiera Chiquito Romero formó parte del 11. Y jugadores como Cavani, Medina, Merentiel y Valentini quedaron directamente fuera del banco.

Boca dominó el juego en el primer tiempo, pero le costó bastante generar situaciones. Si bien tuvo la pelota y buscó plantarse en campo contrario, solo generó peligro mediante remates de media distancia. ¿De quiénes? De Jabes Saralegui, de correcta actuación, y de Vicente Taborda, que fue de mayor a menor.

Se extrañaron, claro, las pinceladas del Colo Barco, las trepadas de Frank Fabra, el pie sensible de Cristian Medina en la mitad de la cancha. Pero lo que más faltó fue peso ofensivo: con Janson y Briasco de puntas, faltó una referencia de área. Aun así, Boca se las ingenió para controlar el juego y contar con algunas chances claras como para ponerse en ventaja.

Boca buscó, pero no encontró con Estudiantes: 0-0

La primera nítida del segundo tiempo volvió a estar en los pies de Taborda, con un tiro libre en la puerta del área que se fue besando el palo derecho de Andújar. Almirón mandó a la cancha a Barco y Langoni para los últimos 30', pero la mano no cambió. De hecho, Estudiantes se animó un poco más y se aproximó con cierto peligro al arco de Javi García.

Con el empate ante Estudiantes, Boca llegó a 11 puntos en la Copa de la Liga y quedó a cuatro de la zona de clasificación a la Fase Final. Además, contando todas las competiciones, ganó solamente tres de los últimos 18 partidos. El sábado, en el Maracaná, Boca puede cambiar la historia. Y para siempre.

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