El Xeneize no arranca en la Copa de la Liga. No puede. No es lo mismo que en la Copa Libertadores. Este viernes, Boca perdió con Defensa en Varela y quedó lejos de la punta de la Zona 2. El equipo de Jorge Almirón sumó su tercera derrota consecutiva en el torneo local y está antepenúltimo en la tabla de posiciones. ¿Tiene la cabeza en las semis o hay que preocuparse?
Boca fue de mayor a menor en el Tito Tomaghello. Arrancó mejor, tuvo chances para ponerse arriba y con el correr de los minutos fue perdiendo fluidez y poder de fuego. El Colo Barco, por caso, contó con dos ocasiones claras para que Boca sacara ventaja. En una no llegó a conectar en el área tras una excelente jugada colectiva; y en la otra se la sacaron sobre la línea tras una muy buena definición cruzada.
En cuanto al juego y la intensidad se pareció, por momentos, al Boca de la Copa Libertadores. Pero con el correr de los minutos el equipo se desinfló. Y se pareció mucho al de los últimos partidos: el que cayó en Junín y el que perdió de local ante Tigre. Con un detalle: esta vez jugó el 11 de gala de Almirón, el que se perfila para jugar la semi con Palmeiras.
Para colmo, el gol de Defensa llegó en la última jugada del primer tiempo, con todo lo que eso significa. La concentración, está a la vista, no es la misma que en la Copa. A nivel local, los partidos se juegan con otra actitud, con otro hambre. Y cuando el equipo falla, emerge la figura de Romero. En Varela, Chiquito tuvo descanso y Boca volvió a recibir goles. Uvita Fernández recibió sin marca en la mitad de la cancha, la abrió bárbaro para Togni y el ex Independiente lo dejó cara a cara con Javier García. El arquero achicó, pero Uvita no perdonó.
En el final, Boca acumuló delanteros pero casi no pudo generar situaciones. Almirón mandó a la cancha a Janson, Zeballos y Benedetto. Pero la mano no cambió. Faltó juego y faltó gol. Boca dejó espacios atrás y Defensa pudo haber estirado la ventaja.
El próximo partido del Xeneize será este martes a las 19 ante Central Córdoba, en Santiago del Estero. La derrota en Varela le impidió arrimarse a los punteros y cerrar la fecha en zona de clasificación a la Libertadores 2024. Aunque la mayor preocupación es el juego del equipo. La semi con Palmeiras está a la vuelta de la esquina. Y si Boca no levanta, será difícil cumplir el objetivo.