Fue una verdadera fiesta lo que se vivió este sábado en la Bombonera. Según informó el club, hubo casi 40.000 bosteros en la final de la Intercontinental Sub 20 ante el AZ Alkmaar que consagró al Xeneize con un nuevo título internacional. Salvo las terceras bandejas Norte y Sur, el resto del estadio lució colmado y vibró con la vuelta olímpica de los juveniles.
Pese a no tratarse de un partido de Primera División, la gente de Boca demostró una vez más por qué es la hinchada más fiel y seguidora del país. Al igual que ocurrió en la bienvenida a Carlos Tevez en 2015, en el entrenamiento previo a la final de la Libertadores 2018 o en el superclásico del fútbol femenino, una multitud de xeneizes acompañaron a los pibes en la final ante el conjunto neerlandés.
Una multitud en la final de la Intercontinental Sub 20
En la previa hubo más de ocho cuadras de cola para adquirir una entrada y el marco fue sencillamente excepcional. Se cantó por ellos y por la Copa, y hasta sonó el "movete, Boca, movete" para tocarles el orgullo a los chicos después del gol del AZ. En los penales, la Bombonera volvió a jugar un rol fundamental y los guantes de Sebastián Díaz Robles hicieron el resto.
Es más: el propio arquero admitió la influencia de la gente. "Con La 12 de fondo es medio complicado patear, una locura Boca, es una fiesta siempre y hoy no fue la excepción. Se escuchó la gente y el aliento los 95'. Somos campeones porque esto es Boca y Boca gana finales", dijo después del triunfo.
En tanto, el DT del AZ, Jan Sierksma, también se rindió a los pies de la hinchada más popular del país. "Boca tiene una afición increíble. No creo que se vea algo así en ningún lugar de Europa. Podemos estar orgullosos de lo que hemos logrado. El hecho de que podamos ser competitivos en tales condiciones es una buena lección para el resto de nuestras vidas."