Una imagen cargada de emoción y simbolismo marcó el regreso oficial de Leandro Paredes a Boca Juniors: el abrazo con Juan Román Riquelme en Boca Predio. El mediocampista campeón del mundo y el actual presidente del club se fundieron en un apretón cálido y sincero que rápidamente se viralizó, despertando la emoción de los hinchas xeneizes.
El encuentro tuvo lugar el miércoles durante la primera visita de Paredes al centro de entrenamiento tras confirmar su regreso al club. En medio de risas, palmadas y miradas cómplices, el abrazo con Riquelme representó mucho más que un gesto afectuoso: fue la bienvenida de uno de los máximos ídolos del club al regreso de un hijo pródigo que vuelve a casa con el prestigio de una carrera consagrada en Europa y la Selección Argentina.
Ambos comparten un vínculo especial. Riquelme fue una de las grandes referencias futbolísticas de Paredes cuando este dio sus primeros pasos en el club. Incluso, no son pocos los que recuerdan cuando el joven volante fue señalado como su “heredero natural” por estilo de juego y elegancia en la cancha.
El gesto no pasó desapercibido. En tiempos donde el fútbol muchas veces está dominado por lo comercial y lo contractual, la escena rescató el costado emocional del deporte: un ídolo que vuelve, y otro que lo recibe con afecto y orgullo.
LA IMPORTANCIA DE PAREDES COMO REFUERZO
Con este reencuentro, Boca Juniors no solo refuerza su plantel, sino también su sentido de pertenencia. Y los hinchas, que ya sueñan con volver a ver a Paredes en La Bombonera, saben que el camino de regreso comenzó con un abrazo que lo dijo todo.
