Hay que aferrarse a lo todo. A lo que sea antes de esta semifinal de vuelta de la Copa Libertadores. Una de ellas puede ser la historia, el peso de la historia de Boca sobre Palmeiras. Un fantasma que en Brasil tienen muy presenta y pretenden sacarse de encima en esta oportunidad y que en el Xeneize pretenden mantener bien presente.
Hasta el DT de Palmeiras Abel Ferreira se mostró respetuoso de la historia, cuando el domingo un periodista menospreció a Boca en una pregunta durante la conferencia de prensa posterior al partido del torneo local. "¿Cuántas Libertadores tiene Palmeiras?", lo ingagó el DT. "Tres", respondió el jornalista. "¿Cuántas Libertadores tiene Boca", siguió Ferreira. "Media docena", le contestó. "¡Ah!", cerró el portugués.
En el historial, en Boca se recuerdan especialmente dos enfrentamientos. Primero, las finales de la Libertadores 2000, con empate 2-2 en la ida de local y 0-0 en la vuelta de visitante, y triunfo por penales gracias a dos tapadas de Oscar Córdoba. Y después, al año siguiente por las semifinales del 2001, de nuevo 2-2 en la Bombonera y luego otro 2-2 en la revancha allá, y victoria otra vez en los penales con dos atajados por el arquero colombiano.
Los cruces más recientes fueron en las semifinales de la Libertadores 2018, con victoria por 2-0 de local en el primer partido (doblete de Benedetto) y empate de nuevo en dos goles en la vuelta en San Pablo. En esa edición también se enfrentaron en la fase de grupos, con igualdad 1-1 en Brasil y derrota 2-0 en la Argentina.
La final del 2000 se jugó en el estadio Morumbí, mientras que los restantes partidos fueron en el estadio de Palmeiras. Siempre en césped. Esta vez será en la alfombra sintética que el club brasileño estrenó en 2020 y le dio muy buenos resultados deportivos.