El partido del Colo Barco: dos chances claras, caño, no look y sangre

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Valentín Barco fue uno de los personajes de la semana en el Mundo Boca. El juvenil fue noticia por varios motivos. En primer lugar, por haberse recuperado de la lesión muscular que lo dejó al margen de la revancha copera vs Racing. Por otro lado, por ser confirmado como titular por Jorge Almirón para el encuentro ante Defensa y Justicia en Florencio Varela. Y por último, por el supuesto interés del Manchester City para incorporarlo a sus filas a partir de enero. Este viernes, el Colo Barco tuvo un partido de locos en el Tito Tomaghello: dos chances claras, caño, no look y sangre.

El Colo Barco y un partido repleto de condimentos

Barco se movió como volante/extremo por izquierda y contó con las posibilidades más nítidas para llegar al gol. Dos de ellas, muy peligrosas. La primera fue a los 8' de juego. Boca entró tocando al área de Bologna (gran pared entre Advíncula y Cavani) y el Colo no llegó a empujar a la red un centro rasante del peruano. Barco llegó a posición de 9 y Agustín Sant'Anna, defensor de la Halcón, alcanzó a puntearla justo antes de que Barco definiera al gol.

El Colo estaba en su noche y lo demostraba cada vez que tocaba la pelota. Rápido, atrevido, fue una pesadilla para el fondo del Verde durante todo el primer tiempo. Y tuvo otra más a los 22': tras pase de Cavani, remató cruzado ante la salida de Bologna y Santiago Ramos Mingo la sacó sobre la línea.

barco: caño, no look y sangre en el rostro

Barco fue, sin dudas, la principal amenaza de Boca contra el Halcón. Con la confianza por las nubes, se animó a tirar un doble chiche en la mitad de la cancha. Caño con pisadita ante David Barbona y no look para habilitar a un compañero. De baby fútbol. Al comienzo del segundo tiempo, el Colo volvió a contar con otra chance pero remató exigido y al cuerpo del arquero, que resolvió sin problemas.

Pero la noche no pudo terminar bien para el Colo. Ni a nivel colectivo ni individual. Porque más allá del resultado, Barco debió dejar el campo por un profundo corte en su mejilla izquierda. ¿El responsable? Santiago Solari. El delantero fue a bloquear un centro del Colo y le aplicó un golpe fuerte en el rostro que no le permitió seguir. Aunque quiso seguir, Almirón movió rápido el banco y Barco tuvo que salir. En el vestuario, le dieron cinco puntos de sutura. A recuperarse pronto y pensar en lo que viene.

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