Su caída comenzó con la violencia de género, con la agresión a la que era su pareja en ese entonces Daniela Cortés. Después, los conflictos permanentes con Boca, sus idas y vueltas, los viajes a Colombia y los faltazos a los entrenamientos. Y por último, la decisión de irse para no volver. Todo mal parece haber hecho Sebastián Villa. Y más cuando se ven las imágenes de su debut en el Beroe de Bulgaria, este sábado con goleada 0-3, en un estadio casi vacío.
Villa decidió dejar de entrenarse en Boca de forma unilateral y considerarse jugador libre a mediados de 2023. Fue poco después de que la Justicia lo condenara a dos años y un mes prisión por violencia de género. En agosto acordó con el Beroe y en noviembre partió rumbo a Bulgaria. Al equipo dirigido por el argentino José Luis Acciari, ex San Miguel y Banfield.
Boca perdió a una gran figura, al jugador más desequilibrante que tenía. Y para lamentar las ofertas rechazadas de Atlético Mineiro, Getafe y Sporting de Lisboa por considerarlas insuficientes debido a la cláusula de 40 palos. De las que el club pudo haber sacado entre cinco y siete millones de dólares. Pero también se sacó de encima a una bomba de tiempo.
La caída de Villa: de la cláusula de 40 millones en Boca al debut en un estadio casi vacío con Beroe
Sin embargo, recién logró debutar este sábado como visitante ante el Slavia Sofía, de titular y con el número 22 en la espalda. El mismo que usaba en Boca y que ahora heredó Kevin Zenón. Y se fue goleado del estadio Ovcha Kupel con capacidad para 18.000 espectadores, pero que lució con unos pocos en sus tribunas.
A Villa ahora lo espera un regreso al país antes de abril para presentarse por el segundo juicio que pesa sobre él: una causa por abuso sexual contra una mujer de 27 años en una vivienda de la localidad bonaerense de Canning.