Junior Ramírez nació en Río Negro, tiene 11 años y es figura de la Categoría 2012 de Boca. Su nombre saltó a la fama inesperadamente en los últimos días, luego de que Cristian Medina, pieza clave del Xeneize, se ofreciera para llevarlo a él y a su familia hasta el departamento del barrio de La Boca donde viven. Para el chico fue una experiencia inolvidable. Sin embargo, existe otra historia detrás del nene que Medina cruzó en la calle y llevó hasta la puerta de su casa: se probó en River por Gallardo y terminó en Boca por Riquelme.
Junior Alexander Ramírez es fanático de Boca y de Riquelme, pero a principios del 2022 estuvo a punto de fichar en el Millonario. Se presentó a una prueba que realizaba River en el club Argentinos del Norte de General Roca y sus movimientos llamaron la atención del encargado de tomar la prueba, que no era otro que Máximo Gallardo, papá del Muñeco y parte del staff de scouting de las Infantiles e Inferiores de River, quien de inmediato percibió que ese zurdo habilidoso y gambeteador tenía todo lo que debe tener un número 10.
Junior era, por entonces, la principal promesa de la ciudad. Venía de romperla en Belgrano y Noroeste, dos clubes de barrio de General Roca, y con apenas diez años resultó el más destacado entre los varios centenares de chicos que participaron de la prueba. "Máximo Gallardo quedó maravillado con el partido que jugó Junior. Lo llamó aparte y le dijo: 'Vos vas a ser jugador de River'", relata César Ramírez, papá de Junior, en charla con Bien Bosteros. Semanas después, Junior debería viajar a Buenos Aires a realizar una nueva prueba en el predio de River en Hurlingham.
Viajó a probarse en River y terminó en Boca por RIquelme
Para costear el viaje y la estadía, la familia del nene debió organizar una rifa a un valor de $200 cada número. ¿Los premios? Dos pollos, un kilo y medio de chorizos, dos cervezas y una botella de vino. Su papá trabajaba en un aserradero de General Roca y no contaba con los recursos suficientes para movilizar a su familia y hospedarse durante 14 días en Buenos Aires. "Hacíamos lo que podíamos para que mi hijo cumpliera su sueño", resalta César, el hincha Nº 1 de Junior junto a su esposa Ana y su hija Ludmila.
De los más de 60 chicos que viajaron desde Río Negro, Junior fue el único que superó la prueba. En River quedaron muy conformes con su nivel y le ofrecieron sumarse a la Categoría 2012 de cara a la segunda mitad del año. "Ya era prácticamente jugador de River", dice César. Pero pocas horas antes de firmar con el Millonario, la historia de Junior Ramírez dio un giro inesperado. Una visita a la Bombonera, el día previo a volverse a Río Negro, lo llevaría a perseguir un nuevo sueño: el de jugar profesionalmente con los colores de su club.
De Gallardo a Riquelme y de Riquelme a Medina
Es justamente César quien detalla cómo pasó su hijo de probarse en River por recomendación de Gallardo a jugar en Boca por pedido de Riquelme: "En los pasillos de la Bombonera nos encontramos con Cristian Riquelme, el hermano de Román. Nos acercamos a pedirle una foto y aprovechamos a cruzar unas palabras. 'Si el nene es hincha de Boca, ¿por qué lo llevan a probarse a River? Si todavía no fichó, lo mandamos a probar', nos dijo. La realidad es que no queríamos quedar mal con la gente de River, pero Cristian nos dio la tranquilidad de que, si el nene andaba bien, el resto corría por cuenta de ellos". Junior superó la prueba en Boca y hoy es el 10 titular de la 2012 del Xeneize.
Diego Medina y Daniel Ruiz fueron los encargados de probar e incorporar a Junior a las Infantiles de Boca. El club le asignó un departamento a la familia sobre la calle Aristóbulo del Valle, a muy pocas cuadras de uno de los ingresos a la Bombonera, y el chico pudo hacer realidad su deseo de vestir la camiseta de Boca. En abril de este año, Ramírez jugó su primer partido con la azul y oro en el Torneo de Fútbol Infantil Tricampeones del Mundo, que disputan las Categorías 2010, 2011, 2012 y 2013. El Xeneize venció 1-0 a Acassuso como local, Junior sorprendió a todos con su zurda y fue de los puntos más altos del equipo.
El golpe de suerte del nene que Medina llevó a la casa
Junior Ramírez, está claro, es un chico de suerte. Tiene el don de los grandes goleadores: estar en el momento justo y en el lugar indicado. El domingo pasado, otro hecho fortuito lo llevó a conocer a uno de sus futbolistas favoritos. Tras disputar un partido contra Vélez, Junior caminaba junto a su familia rumbo a la parada del colectivo de la línea 8 en Ezeiza cuando Cristian Medina se detuvo con su camioneta y se ofreció a llevarlos. Fue a pocas cuadras del Centro de Entrenamiento de Boca, sobre el Camino Real Presbítero González y Aragón. Medina se detuvo a un costado del camino y, aunque debía tomar otro rumbo, terminó alcanzándolos hasta el departamento.
"¿Para dónde van? ¿Van muy lejos?", consultó Medina, todavía sin ser reconocido. "Vamos acá nomás, gracias. Nos quedan unas cuadras y ya llegamos", respondió César, con timidez. "Suban que no hay problema, los llevo", insistieron desde el coche.
Medina, Gallardo y Riquelme, protagonistas de una increíble historia
"Recién al subir a la camioneta nos dimos cuenta de que quien manejaba era Cristian Medina -reconoce César-. Le agradecimos por la ayuda y le pedimos que nos dejara en el predio de la AFA así tomábamos el colectivo para volvernos a casa. Medina nos preguntó por qué zona vivíamos y nos dijo: 'Tranqui, los llevo hasta allá'. ¡Y nos llevó hasta La Boca! A mi hijo se le caían las lágrimas de la emoción, no podía creer que Medina nos estaba llevando en su camioneta", detalla César.
Y sigue: "Cristian nos contó su historia en las Inferiores de Boca y le dio algunos consejos a mi hijo. Le dijo: 'Ya estás acá, disfrutá y aprovechá el apoyo de tus papás que te va a ir muy bien. En unos años quiero verte en la tele con la camiseta de Boca'. Al llegar, le consultamos si podíamos sacarnos una foto y Cristian aceptó sin problemas. Es más: quería bajarse de la camioneta y le dijimos que no hacía falta, que solo queríamos guardarnos un recuerdo. La verdad, una humildad total".
Junior Ramírez vive un sueño del que no quiere despertar. En un año y medio, el nene que Medina llevó a su casa, aquel que había viajado para probarse en River por recomendación de Gallardo, terminó en Boca por pedido de Riquelme. El camino a Primera es largo y sinuoso, aunque Junior ya demostró ser un tocado por la varita.