Juan Román Riquelme dijo presente en la Bombonera para observar la final Boca-AZ Alkmaar por la Copa Intercontinental Sub 20. El vicepresidente es la cabeza del proyecto futbolístico del club en Divisiones Inferiores y no quiso perderse este evento tan importante para la institución. Luego del triunfo, Riquelme bajó al campo de juego y entregó la copa junto a Chiqui Tapia y Jorge Amor Ameal.
Riquelme se ubicó en su palco personal junto al secretario general del Xeneize, Ricardo Rosica. Sufrió con el gol de los neerlandeses y celebró el empate transitorio que llevó a Boca a una nueva definición por penales. En julio de este año, Riquelme había viajado a Chile para acompañar a los pibes en la final de la Copa Libertadores. Aquella vez, el equipo se impuso ante Independiente del Valle de Ecuador y sacó pasaje a la Intercontinental disputada este sábado.
Riquelme, campeón y ovacionado en Boca
Riquelme llegó bien tempranito al estadio y vivió la final de manera más que especial. Compartió la previa en el vestuario junto a los jugadores y minutos antes del partido se ubicó en el palco Nº 3 del Templo. Llamativamente sin su mate, las cámaras lo captaron con cierta cara de preocupación cuando el equipo no encontraba los caminos para plasmar su superioridad en el resultado.
Después, claro, todo fue felicidad. Apenas Valentín Fascendini convirtió el cuarto penal, el 10 abandonó su palco y fue directo al campo de juego a felicitar a los campeones. Riquelme entregó la copa al capitán del equipo, Nahuel Genez, y saludó con un beso a cada uno de los juveniles.
Las casi 40.000 almas presentes en el estadio lo ovacionaron durante varios minutos y le dedicaron el histórico cantito de "Riqueeeeelme, Riqueeeeelme", que el vice retribuyó con una sonrisa y las manos en alto. Para Román, el cerebro de Boca Predio, esta consagración vale mucho más que un título. Y así lo expresó su rostro en una tarde inolvidable para todos.