Lo que debía ser una fiesta estuvo muy cerca de terminar en tragedia. Este jueves por la tarde, a la vista de la Policía brasileña, se produjo una emboscada de la barra de Fluminense a los hinchas de Boca que disfrutaban del día en las playas de Río.
Fue en Copacabana, donde el grueso de los hinchas de Boca se había reunido para vivir la previa de la final de este sábado. Eran alrededor de 500 simpatizantes, la mayoría de ellos con camisetas, que se encontraban a orillas del mar y en medio de un clima 100% familiar. La barra de Fluminense observó las imágenes en las redes sociales y realizaron una emboscada contra los hinchas de Boca.
La agresión de la barra de Fluminense a los hinchas de Boca
"Es hora de cortarla, esto no es fútbol. Viajamos desde México, más de 8.000 kilómetros para vivir esta final. No es posible que nos hagan esto. Conmebol tiene que hacer algo al respecto. Boca vivía su propia fiesta, hacía lo que es Boca, es familia. Nos robaron carteras, nos pegaron, nos lanzaron sillas, palos, nos tiraron de todo", contó en TNT Sports uno de los hinchas damnificados.
La Policía, lejos de intervenir, dejó que los barras golpearan a los hinchas de Boca y se llevaron detenido a un simpatizante xeneize, acusado de hacer gestos racistas. De hecho, varios efectivos reprimieron vehementemente a los simpatizantes xeneizes que, acorralados por los barras de Flu, se trenzaron en una lucha cuerpo a cuerpo con los brasileños.
El martes ya había ocurrido una situación similar, con un grupo de hinchas agredidos por violentos de Fluminense. "Estábamos en la playa, éramos 15 tomando sol, nadie agitó. Más o menos a las 17.30 pasaron 20 o 25 de Fluminense tirando botellazos, reposeras, una me dio en la cabeza. Robaron documentos, celulares, vinieron a buscar camisetas. La Policía brilló por su ausencia, nadie nos protegió", contó Sofía, una de las víctimas.
Por el momento, ni Conmebol ni ninguno de los dos clubes se expidieron al respecto. Pero esto, así, no puede continuar.