Boca no para un segundo. No se detiene un sólo momento. Porque después de la derrota con Unión, que dejó bastante hilo para cortar, este jueves primero habló Juan Román Riquelme. El presidente se refirió a Edinson Cavani, entre otros, y también hizo un uno por uno de varios jugadores del fútbol argentino. Y cuando parecía que ya estaba, otra vesz al ruego: entrada la noche se supo que Marcelo Weigandt tomó una decisión sobre su futuro y le terminaría dando la razón al presidente del club. ¿De qué se trata esta historia?
El Chelo decidió no renovar su contrato con Boca. El vínculo es hasta diciembre de este año. El Consejo de Fútbol, según trascendió, habría aceptado todas las condiciones que le pidieron tanto el jugador como su representante. Sin embargo, el lateral surgido de las Inferiores se iría del club.
Y no sólo eso, sino que además ya tendría una propuesta para poder encarrilar rápidamente su carrera. El equipo sería nada menos que el Inter de Miami de Lionel Messi. Club que, obvio, deberá negociar con Boca. De hecho, el propio Weigandt les habría pedido a los integrantes del Consejo que puedan llegar a un acuerdo con el conjunto de la MLS para que tenga que irse libre.
El futuro de Weigandt en Boca: por qué si se va le daría la razón a Riquelme
¿Y por qué le daría la razón a Riquelme? Porque el Chelo es representado por Adrián Ruocco, la misma persona que tiene a Valentín Barco (se fue al Brighton por la cláusula de salida de 10 palos verdes) y contra la cual el presidente xeneize arremetió hace algunas semanas. Y en Boca no lo quieren ni ver a Ruocco...
“Cada representante busca ganar su plata a su manera. Nosotros estamos muy felices con muchos representantes que trabajan con jugadores de nuestro club. Ahora, el objetivo será renovar algunos contratos que vencen pronto", dijo Román en su momento.
“Con lo de Vélez y el pase del chico (Santiago Castro) a Bologna pasó lo mismo. ¿No? Tiene el mismo representante que Barco. Ahí está”, agregó el presidente del club.
La mala onda con Ruocco no es de ahora, sino que ya nació mal con la actual dirigencia a partir de los vínculos anteriores con Daniel Angelici. Tampoco ayudó que fuera el representante de Carlos Tevez, con quien las cosas tampoco funcionaron de la mejor manera.
Y desde que Barco cambió su representante y pasó a Ruocco, siempre supieron en Boca que era difícil que terminara bien. “Nosotros hicimos las cosas normal. Hace un año le ofrecimos renovar por cuatro años y el representante nos dijo que no, por uno solo“, completó JR en la misma entrevista hace algunas semanas.
De Barco ahora el problema se traslada a Weigandt (24 años), salvando las diferencias entre un jugador y otro. El Chelo, por lo visto, ya tiene un pie y medio afuera de Boca.