A tres semanas del Boca-Fluminense que definirá al campeón de la Copa, la final de la Libertadores puede cambiar de estadio. ¿Cómo? Sí, así como lee. Acá, los motivos de una decisión que haría mucho ruido en Brasil y en la Conmebol...
Ya hace varios días que las imágenes que llegan desde Brasil sobre el estado del campo de juego del mítico estadio generan mucha preocupación. Claro, no se lo ve bien, el pasto está seco, no se lo ve liso a simple vista y eso no gusta para nada en la organización.
Además, hay que tener en cuenta que faltan muy pocos días para la final entre Boca y el Flu, y no sólo eso, sino que además no hay demasiado tiempo para poder refaccionarlo.
Claro, sucede que además Fluminense sigue haciendo de local en estadio, como así también Flamengo, que pocos días antes de la final de la Libertadores tiene compromisos por el torneo local.
Sin embargo, esa no es la única razón. ¿Por qué? Porque el Fla, el otro equipo que tiene contrato de alquiler con el Maracaná (vence este 23 de octubre al mediodía), no sólo no quiere resignar su partido del 28 de este mes ante Bragantino por el torneo local, sino que además también le solicitó a la Conmebol más entradas para la final de la Libertadores que los propios protagonistas.
La advertencia de la Conmebol sobre el cambio de estadio en la final de la Libertadores
Por eso la Conmebol ya habría tomado cartas en el asunto e incluso según informó Jornal O Globo, el propio Alejandro Domínguez habría alertado a Ednaldo Rodrigues, presidete de la Federación Brasileña, a que si no se resuelve en lo inmediato el estado del campo de juego y la situación de Flamengo, la final podría cambiar de sede.
Por lo pronto, se espera una reunión de Conmebol en estas horas, en donde no sólo se trataría el tema, sino que además se podría tomar una decisión concreta. ¿Sacarán la final de Río de Janeiro?