Jorge Almirón lo hizo de nuevo. A pesar de las críticas, a pesar de los cambios que llegaron a complicar la clasificación en el Allianz Parque, el DT metió al Xeneize entre los dos mejores equipos de América. "Tenemos la misma obsesión que la gente de Boca", contó Almirón, muy feliz con su Boca finalista de la Copa Libertadores.
"Yo desde el primer día que siento eso, es espectacular, la gente se hace sentir y nosotros tenemos la misma obsesión", dijo Almirón sobre la manía de los hinchas por el número 7. "Ahora que llegamos a la final tenemos que enfocarnos en el partido del martes con Belgrano. Esta camiseta y este escudo demandan estar firme para lo que sigue. Vamos a llegar fuertes a la final del 4 de noviembre", confió.
Almirón y sus jugadores no habían vivido una semana sencilla tras el empate sin goles en la ida y la derrota como local en el Superclásico. Por eso el desahogo del final. Y esa alegría contenida a la que el DT hizo mención en su conferencia de prensa. "Era difícil enfocarse en los partidos previos, los jugadores venían pensando en esta semifinal hace rato. Hay chicos que hace rato venían buscando esto. Ahora hay que recuperarse en el torneo local y competir en la Copa Argentina", se animó.
Almirón y su obsesión por la Copa Libertadores
A sus 52 años, Almirón dirigirá su segunda final de Copa Libertadores. La primera fue en Lanús, en 2017, en la que eliminó a River en semifinales y cayó ante Gremio en la serie decisiva. "Es algo lindo para mí, pero también quiero agradecer al cuerpo técnico porque es fundamental en este trabajo. Nos tocó jugar la final de la Copa con Lanús y ahora con Boca. Lo más importante siempre son los jugadores. Trabajamos en conjunto, pero hoy se destacaron ellos como siempre", advirtió.
Y les tiró más flores a los jugadores: "Al venir a jugar de visitante uno piensa que puede cambiar algo. Pero los jugadores estaban convencidos y repetimos el equipo por más que de locales nos hacemos más fuertes. No dudé en cambiar, ellos en todo momento me transmitieron confianza".
Por último, Almirón se refirió a los cambios en el segundo tiempo: "El rival cuenta, eso pasa. Ellos hicieron cambios ofensivos, metieron delanteros y tiraban centros. Se nos venían, y con la expulsión se nos complicó. Yo creo que somos justos ganadores, porque en la ida fuimos muy superiores. Hoy nos tocó sufrir. Así es la Copa. Ahora lo importante es el resultado. No es fácil llegar a una final, porque a veces jugando bien te quedas afuera".
Almirón plantó batalla en San Pablo y convirtió a Boca en finalista de la Copa Libertadores. El 4 de noviembre tendrá una nueva oportunidad de seguir haciendo historia.