Allá vamos. Ilusionados. Esperanzados en que las miles de coincidencias y apariciones del número siete se cumplan. Ya no hay obstáculos en el camino. Este miércoles, Boca emprendió el viaje a Río de Janeiro en busca de la Séptima Copa Libertadores de su historia vs Fluminense en el estadio Maracaná. Y todos elegimos creer.
Con un plantel conformado por 30 jugadores, con la baja del Changuito Zeballos a último momento, la delegación de Boca llegará a Río cerca de las 18 y se trasladará desde el aeropuerto Galeao rumbo al hotel ubicado en Barra de Tijuca, donde esperará por la final del sábado a las 17.
Los hinchas despidieron al equipo tanto en el Centro de Entrenamiento de Ezeiza como en el mismo aeropuerto. Algunos también siguieron a los dos micros ploteados de azul y oro de un lugar al otro, a puro bocinazo.
En la lista de concentrados para la final apareció, por ejemplo, Marcos Rojo, que vio la roja en la semifinal de vuelta ante Palmeiras y deberá purgar una fecha de suspensión. También Darío Benedetto, que arrastra una lesión muscular y recién este miércoles se sumó al grupo. Y también se sumó el pibe Jabes Saralegui, por más que no haya sumado minutos en lo que va de la Libertadores.
Y por primera vez desde los incidentes ante Atlético Mineiro en 2021, viajaron con la delegación Raúl Cascini y Marcelo Delgado, luego de cumplir una sanción de dos años impuesta por la Conmebol.