"Una bestia", repitió varias veces Marcos Rojo. "Lo amamos, dijo que iba a atajar penales y lo atajó", agregó Edinson Cavani. Y él, Chiquito Romero, se desahogó en una charla en el programa de radio de su pareja Eliana Guercio. "No era un arquero retirado, roto", dijo tras darle a Boca la clasificación a la final de la Copa Libertadores.
Romero no sólo fue el héroe en los 90 minutos con tres o cuatro atajadas clave para el 1-1 entre Palmeiras y Boca, sino que como es costumbre la rompió en los penales con dos atajados sobre cuatro. Los dos iniciales a Veiga y Gustavo Gómez, justo después de que Cavani fallara el primero de la serie.
Chiquito Romero: "No era un arquero retirado, roto"
"El diario del lunes lo dice solo. No era un arquero retirado, roto, era un arquero que necesitaba tiempo y eso en Boca lo conseguí. Nadie me apuró, me operaron, me dieron mis tiempos, espacios, nos perdimos un descanso con la familia porque en noviembre me quedé trabajando con el club, con los kinesiólogos, que me hicieron el aguante y se quedaron conmigo", dijo en El club del Moro, en La 100.
"Arrancamos la pretemporada con el equipo y eso para nosotros era impagable. Y ahora que estamos donde estamos, la verdad que valió la pena ese esfuerzo y vamos por más", agregó Chiquito.
LA LESIÓN QUE YA NO MOLESTA
"A lo largo de lo que fue mi carrera, la hemos luchado bastante. A ella no le gusta que lo diga pero hemos luchado desde hace 15, 16, 17 años con un rodilla bastante molesta, inquieta. Y esta última operación, con el doctor Batista, nos cambió la vida a nosotros, a la familia y a todo el mundo, porque pasó a ser una rodilla nueva para mí. Sin líquido, dolores, ni molestias. Ne permitió laburar de la mejor manera y hoy en día poder disfrutar de este presente, la verdad que es espectacular. Estar nuevamente o demostrar nuevamente que uno está entero, que uno esta activo, que uno puede. El año pasado se han dicho tantas cosas, obviamente que no era para matarme a mí, pero sí a la dirigencia de Boca", explicó Romero.
"A mí no me afectan esas cosas. Tengo una cabeza bastante particular, nunca me molestó ninguna crítica. Sé quién dijo cada cosa, eso sí porque soy una persona que le gusta estar informada pero no me toca a mí, no me llega. Quizás le afectaba más a ella que a mí, pero a mí no", completó, mirando a Eliana, que lo tomaba de la mano y lloraba a su lado.