Boca-Fluminense se juega. Quizá sea la noticia más importante de este viernes. Sí, increíblemente a 24 horas de la gran final de la Copa Libertadores en Río de Janeiro, trascendieron rumores muy fuertes de postergación o de partido a puertas cerradas, tras los graves incidentes y el ataque de hinchas brasileños a la gente xeneize en la playa.
Sin embargo, Ednaldo Rodrigues, el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, confimó en las últimas horas que la final no sólo no se postergará, sino que además se mantendrá en las mismas condiciones que estaban pactadas. Eso sí, con más seguridad y precauciones de parte de los organismos oficiales.
Boca y Fluminense se juega como estaba pactado
"Queremos transmitir a cada uno de los hinchas que esperamos tener un Maracaná con mucha paz y mucha alegría", dijo Edinaldo Rodrigues a la salida de la reunión entre la Seguridad de Brasil, las autoridad de Conmebol y de ambos equipos en el Hyatt de Barra da Tijuca.
Y agregó: "Ya está el refuerzo de la seguridad, el Gobernador dio todas las garantías de la seguridad, y muchos de los que estaban de vacaciones tuvieron que regresar para poder aumentar ahí la seguridad y eso ya está siendo visto en este momento con muchos policías en Copacabana y donde las hinchadas van a estar celebrando".
De la reunión también participaron Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, y Chiqui Tapia, su par de la AFA. Por su parte, del lado de Boca fue Jorge Amor Ameal el que se hizo presente.
"Va a ser con público las 17 y esperamos que esa paz solicitada pueda reinar antes, durante y después de la partido", completó Rodrigues en su diálogo con los medios que esperaban tras la reunión.