Es una luchadora. Una Gladiadora. Eso es Camila Gómez Ares, que sabe lo que es pelearla desde muy pequeña, de aquella vez que fue discriminada por un entrenador a los ¡seis años!; o cuando tuvo que bancarse dos años afuera de las canchas por un par de lesiones graves... Pero hoy la recompensa es grande: Camu es una de las figuras de Boca en la Copa Libertadores que se está jugando en Colombia. En Bien Bosteros te contamos una parte de la historia de la mediocampista de 28 años que volvió al club este año.
“Siento que casi no me fui de Boca, porque fue poco tiempo y se extrañaba", dijo hace un tiempo -en Vermouth Deportivo- Camu, que volvió al club en el pasado mercado de pases tras un semestre en Universidad de Concepción de Chile. Y enseguida las metas: "El objetivo del semestre es apuntar a la Copa Libertadores. Va a ser un semestre bastante cargado, ojalá que cumplamos los objetivos, que son claros, todo lo que se juega el semestre lo queremos ganar".
Y en eso anda, parece. Porque ella es una de las figuras del equipo de Florencia Quiñones en Colombia. De hecho, viene de marcarla un doblete en el 5-1 a Nacional de Montevideo, con el que Las Gladiadoras quedaron un pasito más cerca de clasificarse a la fase final.
El regreso de Gómez Ares a Boca, la Libertadores y más
En total, son ocho años ininterrumpidos para Camu en Boca y cinco títulos. Además de otros logros... "Le cumplí el mayor sueño a mi papá jugando en La Bombonera", avisó quien firmó contrato con el Xeneize hasta diciembre de 2024.
Además de haber disputado el último Mundial Femenino, ahora fue convocada nuevamente fue convocada por Germán Portanova para los Juegos Panamericanos que se disputarán en Chile entre el 20 de octubre y el 5 de noviembre.
"Fueron los mejores años, cuando arranqué era chica, viví un montón de cosas, momentos buenos, momentos no tan buenos en lo personal y en el equipo, lesiones. Es mi casa", es el pensamiento de Gómez Ares sobre Boca, el lugar en donde no todas fueron buenas, también hubo malas...
En 2017, la mediocampista sufrió doble rotura de cruzados y la tendinitis posterior, lo que le impidió disputar, entre otras cosas, el Mundial de Francia 2019. Y ahí sí Boca fue su "casa" más que nunca...
Por el trato de los médicos durante su recuperación. "Lloraba todos los días, los kinesiólogos eran más psicólogos que otra cosa", recuerda siempre; y después por el apoyo y los consejos de Darío Benedetto, que la bancó durante su recuperación en Boca Predio y siguió día a día su evolución.
Pero Camu volvió. Y no sólo después de recuperarse de las lesiones, sino que volvió a Boca, en donde "soy muy feliz" y en donde irá en busca nada menos que la Copa Libertadores: "Es el sueño máximo".