Es un personaje especial, de los más pintorescos de la Copa Libertadores. Fuerte, malo, provocador. Un futbolista que nadie desearía tener enfrente. Sin embargo, su presencia en la final del 4 de noviembre en el Maracaná no pareciera preocupar demasiado a los fanáticos del Xeneize. De hecho, ya lo sienten como un par. Sí, Felipe Melo, hincha de Boca y anti-River, será rival del equipo de Almirón y en las redes ya empezó a hablarse de ese particular duelo con el zaguero carioca.
Felipe Melo nació en Río de Janeiro y a lo largo de su carrera defendió los colores de 12 equipos de cuatro países diferentes: Brasil, España, Italia y Turquía. Jamás jugó en el fútbol argentino y solo enfrentó a Boca en dos oportunidades: la semi de ida y la semi de vuelta de la Copa Libertadores 2018. Aun así, Felipe Melo es un fiel seguidor del Xeneize y en el último tiempo hasta llegó a minimizar el poderío de River, ganándose el odio de toda la parcialidad millonaria.
Felipe Melo, fana de Boca y anti-River
"Todo empezó cuando era pequeño. Antes que nada, en Boca Juniors jugó Diego Maradona, que junto a Messi y Pelé fue uno de los mejores futbolistas del mundo. Además, tiene la mítica Bombonera. Jugadores como Martín Palermo, que hacía goles en todos los partidos; o Riquelme, que hacía cosas increíbles", contó alguna vez en charla con el diario Olé.
"Boca me encanta, soy hincha y quiero jugar en Boca. Siempre me encantó su hinchada. Algún día, cuando me retire del fútbol, me gustaría mucho ir a ver un partido a la popular. Boca tiene la mejor hinchada del mundo", completó el futbolista de 40 años, voz de mando del Fluminense finalista de la Copa Libertadores.
Pero Felipe Melo terminó de meterse a los hinchas de Boca en el bolsillo en junio de este año, tras enfrentar a River en el Monumental. El brasileño fue reprobado durante los 90' y luego del partido declaró que le significaba muy poco enfrentar al Millonario en el Monumental.
"Jugar contra River es un partido normal para mí. Especial es jugar con la camiseta de Fluminense, especial es jugar una Copa Libertadores. Acá es normal, entré al campo e intenté ayudar a mi equipo de la mejor manera posible. Especial para mí es jugar contra Boca, contra River da igual”, sostuvo Felipe Melo, más hincha de Boca que nunca.
Previo a ese encuentro, Fluminense se había entrenado en el complejo Pedro Pompilio y Felipe Melo aprovechó la oportunidad para sacarse una foto con Riquelme. El 4 de noviembre será rival de Boca en la final de la Copa. Y tendrá, una vez más, el corazón dividido.