El viaje de Boca a Bolivia tendrá dos condimentos muy especiales y particulares. Por un lado, la tremenda travesía que tendrá que recorrer la delegación, que partiriá este martes desde Ezeiza; y por el otro, la expectativa y la fiebre que hay en Potosí a la espera del plantel que debutará en la Copa Sudamericana este miércoles contra Nacional.
"Fiebre" -como ya tildaron a la presencia de Boca en Potosi- azul y amarilla. La ciudad está convulsionada hace ya varios días. Prácticamente desde el martes pasado cuando se pusieron entradas las ventas para el partido por el Grupo D que se disputará el 3/4 desde las 21 en el estadio Víctor Agustín Ugarte de Potosí.
El furor empezó con la venta de entradas. Nadie se quiere perder la visita de Boca, que sin dudas será histórica para la ciudad. Para los hinchas de Nacional, pero también para el resto que quiera ver de cerca a los jugadores xeneizes. "Es el partido del año, la llegada de Boca desató una inusitada fiebre", aseguran los medios de esa ciudad.
Ya el martes pasado se vieron largas filas en el Banco Bisa, en donde se podían conseguir los tickets. ¿Los precios? Se pusieron a la venta 26 mil boletos con los siguientes precios: preferencia, 300 bolivianos; general, 250 bolivianos, y curvas, 150 bolivianos. Este lunes se espera que queden agotadas.
La fiebre en Potosí por el debut de Boca en la Sudamericana
De hecho, es tanta la expectactiva que hay en la Villa Imperial, que los medios locales ya hablan de una "recaudación millonaria e histórica" para Nacional. Verdaderamente, una locura.
"Esto es un efecto muy grande. La Cámara Hotelera está vendiendo paquetes de alojamiento con entradas, habrá un gran movimiento en la gastronomía de Potosí, museos que ofrecemos acá. Serán días muy emotivos los que viviremos antes acá en Potosí",dijo Óscar Careaga, vicepresidente de Nacional Potosí, en diálogo con Noches Sin Tregua, de Cadena A.
Sin dudas, la visita de Boca y del equipo de Diego Martínez (sin Edinson Cavani) a esa región de Bolivia supera cualquiera aspecto futbolística. La llegada del Xeneize a Potosí, evidentemente, genera una fiebre azul y amarilla que ya se empezó a ver por las calles de esa ciudad.