Patricio se iba a llamar Carlitos. No Carlos, Carlitos. Para seguir la tradición de los nombres bien bosteros de la familia, después de sus hermanos mayores Guillermo Román y Juan Martín. Pero ya les parecía demasiado y optaron por Patricio. Claro, para decirle Pato como a Abbondanzieri y también por el cantante de Callejeros. El sábado, el nene justo cumplía siete años, sobre la hora lo invitaron a la Bombonera a ver Boca-Estudiantes y de apuro con su mamá Mirta armaron un cartelito que la rompió: se hizo viral a partir de una publicación en las redes de Bien Bosteros y también fue la tapa del Diario Olé.
"El juega en las Infantiles de Temperley. Siempre hacemos remeras, carteles, esas cosas de cotillón. Ese día a último momento me avisaron para ir a la cancha, pero como se nos rompió el auto y estuvimos a las corridas, nos olvidamos hacer el cartel. Y antes de ir de casa, agarré un cartón y un fibrón", cuenta Mirta a Bien Bosteros. "Antes a esto, había festejado en el club con un 7 en globo. Teníamos el globo, una coronita de rey y el cartel iba a hacer otra cosa, con las copas y el 7".
La idea era llegar temprano a la cancha de Boca para mostrar el cartelito en el momento en que los jugadores salían al campo de juego a hacer el calentamiento y que alguno lo viera. Pero, entre que la invitación llegó el mismo día y el problema con el vehículo, terminaron entrando al estadio a media hora del inicio del partido. Igual, vivieron una fiesta. Pato, con su mamá Mirta y su tía Vanesa, los tres que fueron juntos a la Bombonera. Hasta le cantaron el feliz cumpleaños en medio de la platea...
"La sensación fue de una fiesta más allá del resultado, apoyar al plantel, a alentar, a cantar. Patricio es muy fanático, tiene dos hermanitos más que también muy fanáticos. Somos muy futboleros por demás, y esta final con ellos es una alegría inmensa. Ya venimos subidos de tono por el Mundial y con esto cierran unos años magníficos", cuenta Mirta.
"Ahora él está con el Colo Barco, lo sigue mucho. También de Messi. De Diego, porque somos maradoneanos. De Román. Muy cargados esos líderes familiarmente. Diego fue la base de todo acá. Nosotros estamos en Monte Grande, a unos diez kilómetros de Fiorito. Hace poco pasamos y es una locura. Pensar de dónde salió y lo que generó", agrega Mirta, quien trabaja de lunes a viernes como agente penitenciario y los sábados en un comercio.
El sueño del nene que hizo el cartelito por sus siete años
El sábado, el día de su cumple, a Pato lo único que le faltó fue que lo saludara algún jugador después del partido. Se detuviera y le estrechara la mano, le firmara el cartel o la camiseta. Ni hablar si le regalaban algo como suelen hacer muchas veces... Así y todo, el nene volvió como loco de la Bombonera y, durante la charla con Bien Bosteros, no duda en entonar sus cantitos preferidos: "En Río de Janeiro vamos a ganar" y "yo quiero la Libertadores y una Gallina matar".
El domingo la familia se sorprendió con la forma en que se viralizaron las fotos y por haber terminado en la tapa de Olé. "No me lo esperaba, pensé que podía haber alguna foto y dije voy a buscar en las redes. La encontré en Bien Bosteros. Y después, un primo me dijo 'mirá tu nene' y me pasó la tapa. Acá donde estamos no hay mucho centro comercial y me fui a buscar el diario al centro de Monte Grande. Una locura".
Ahora, el sueño sería poder conocer a Barco y al resto de los jugadores. Presenciar un entrenamiento. Que le firmen su camisa. "Estamos re locos, sería como algo muy soñado". ¿Le cumplirán el sueño al nene del cartelito? Cumplió siete años, la Séptima. Elijo creer.