El partido entre Estudiantes y Boca en el estadio UNO de La Plata se suspendió a los 26 minutos del primer tiempo por la descompensación del futbolista chileno Javier Altamirano.
No bien Altamirano cayó y se lo vio con una convulsión, los jugadores de ambos equipos pidieron que ingrese la ambulancia (algunos se agarraban la cabeza) e inmediatamente accedió al campo para llevar al futbolista a un sanatorio.
La imagen que se vio por la TV fue muy fuerte. Tanto que no se repitió. Con la cara del jugador convulsionando.
El árbitro Echenique convocó a los capitanes, decidieron volver al vestuario para resolver cómo proceder en unos minutos. A la vez, por la voz del estadio, informaron que el jugador se encontraba mejor.
Unos minutos después, el juez volvió a convocar y se decidió por la suspensión. "¿El chico está bien?", preguntó Diego Martínez al juez, acompañado por Edinson Cavani. "Primero el pibe", coincidieron con José Sosa, el capitán de Estudiantes.
El partido estaba empatado sin goles. Después de unos primeros diez minutos en los cuales Estudiantes controló las acciones, Boca se repuso y se adueñó del encuentro. Con varias situaciones que pasaron cerca del arco de Mansilla.
"No teníamos idea de la situación. En el vestuario nos fueron comentando que hubo otra situación en la ambulancia y la vida va por delante de cualquier cosa. Fue solo, no tuve un choque. Ahora está estable. Hay cosas más importantes que un partido de fútbol y queremos dar el ejemplo", dijo el entrenador Eduardo Domínguez.
"En el vestuario había chicos llorando y en la platea estaba la mujer, que está embarazada. Nos tenemos que solidarizar. A veces es tan frívolo todo y no miramos la angustia que conlleva. Esperemos que realmente se estabilice, esté bien, y a partir de ahí veremos", agregó.