Fue una dura derrrota 3-1 por penales. Dura por cómo fue el partido, por cómo se escapó en los 90 minutos y cómo terminó en la tanda. Así, tras la eliminación ante Estudiantes de La Plata en la semifinal de la Copa de la Liga, Boca volvió este miércoles de Córdoba y Diego Martínez tomó una decisión que sorprendió a todos.
Parecía que el Xeneize tenía el partido, con muchas oportunidades de gol durante el primer tiempo, dos pelotas salvadas en la línea, un tiro en el palo y varias acciones que parecieron penal pero el árbitro Nazareno Arasa y el VAR dejaron pasar de largo.
Todo se cayó en el segundo tiempo, cuando el partido se hizo más parejo y Estudiantes se encontró con un regalito. Esta vez sí el juez cobró rapidito y sin dudar una patada de Cristian Lema dentro del área, le sacó la segunda amarilla y le dio al Pincha el penal que derivó en el 1-1 (más allá de la irresponsabilidad del defensor, primero tocó la pelota y eso, si fuera otro equipo, no cobran penal).
Y luego, llegaría la tanda de penales de teror para Boca, en la cual sólo convirtió Kevin Zenón, se los atajaron a Edinson Cavani y Nicolás Figal, y Miguel Merentiel le dio al travesaño.
Boca volvió de Córdoba y Martínez tomó una decisión que sorprendió a todos
Después del partido, en la conferencia de prensa, Martínez lamentó la injusta eliminación y se quejó del arbitraje. Por el choque del arquero a Merentiel y porque Lema tocó primero la pelota. "Del arbitraje prefiero no hablar más allá de decisiones que no nos favorecieron".
Y la decisión posterior que tomó el entrenador sorprendió: le dio dos días libres al plantel, que recién volverá al trabajo el viernes por la mañana. Una decisión que también hizo un poco de ruido. Después de haber quedado eliminado de una competencia.
Lo mismo hizo luego de la derrota con Fortaleza y también sorprendió. En ese momento, en Boca Predio hubo quien recordó a Carlos Bianchi, quien jamás tras un tropiezo daba descenso. Al menos para afuera, hacía que los entrenadores se movieran un rato. Ser y parecer.